Te encontré en una noche lúgubre, escondiéndote de la luz del faro que gobernaba al borde de las piedras y enormes picos... Donde azotaba a las rocas, la fuerte corriente de olas potentes y de celeste resplandor.
Te encontré en una noche sin sentimientos, escondiéndote de la luz de la luna que dominaba a lo alto del cielo... Donde azotaba a las estrellas, las sombrías nubes frías y temblorosas.
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